La democracia en la era de las redes sociales

* Luis Manuel Muñoz Cuahutle

El Sol de Tlaxcala, Página 06 martes 9 de abril del 2019

Las redes sociales, desde su irrupción en la cotidianeidad de las personas, vinieron a cambiar la forma en que se construyen todo tipo de relaciones entre éstas, edificando un plano paralelo en la manera de interpretar y enfrentar al mundo del que conocieron los humanos hasta hace apenas unos 15 años.

De los temas triviales gradualmente se fue pasando a los trascendentales, abordándose en el intermedio desde relaciones sentimentales, hasta denuncias por todo tipo de conductas antisociales y delictuosas, convirtiéndose para muchos en la picota a donde fueron enjuiciados y sentenciados al ostracismo social.

La política, como la más pública de las actividades humanas, no tardó en pasar a ser tema capital para los navegantes de las redes sociales, la crítica al actuar de los políticos arrastró a éstos a incorporarse a las redes para ofrecer su versión sobre sus acciones, sometiéndose con ello al escrutinio abierto y a sus consecuencias.        

Las redes sociales al politizarse se convirtieron en una nueva vía para el desarrollo de campañas electorales, empoderando electoralmente a personas que en los ámbitos tradicionales no habrían podido tener éxito, y también terminando con las carreras de algunos políticos cuyos excesos no serían conocidos sin las redes.

El uso de las redes sociales en América Latina, de acuerdo con el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral, abarca ya al 64% de la población y consume en promedio 2 horas y cuarto de cada día de los usuarios, lo que les otorga a las redes un enorme potencial de influencia político electoral.

Sin embargo, esa influencia resulta un arma de doble filo para la democracia, ya que, si bien amplía la cobertura y penetración de las campañas electorales, también puede dañar a éstas al convertirse en un vertedero de pasiones que puede traducirse en enfrentamientos irreconciliables dentro de la sociedad.

La difusión de propuestas electorales en redes genera reacciones de seguidores y antagonistas de los candidatos, que aprovechando el anonimato denuestan no solo a éstas, sino también a la integridad de las personas y sus familias, lo que resulta un costo no deseable para nadie en una campaña política.

La ausencia de regulación para las redes sociales, si bien se inscribe en la libertad de un espacio público, también se convierte en un limbo jurídico que facilita la vulneración de las leyes, al dificultar su utilización como prueba en un litigio electoral, lo que abre espacios a la impunidad.

La no regulación de las redes sociales resulta deseable para muchos, tanto como lo es, el que éstas no rebasen los límites de la legalidad y el respeto a la privacidad de las personas. El tema aún pasará por un largo debate antes de alcanzar un consenso sobre sus cotos y su eventual reglamentación.

En tanto ese debate concluye, se deberá apelar a la ética y la conciencia de los usuarios de redes sociales para diferenciar lo que es público en la democracia electoral y por tanto sujeto a libre crítica, de lo que pertenece a la vida privada de las personas y sus familias y que no debe ser parte de la discusión en redes.

El reto es mayor, pero si se alcanza un consenso sobre el uso de las redes, éstas sin duda serán una herramienta de la democracia en el futuro, ya que en la actualidad superan por mucho a la televisión, radio y prensa escrita, que en el pasado reciente eran los canales más influyentes en las actividades humanas.

De no lograrse en el fututo un mínimo de normas para el uso ético de las redes sociales, éstas podrían convertirse en el final de la democracia e instaurarse como la vía para empoderar a la intolerancia y los absolutismos excluyentes, e incluso fabricar falsas realidades entre la sociedad.

Por tanto, cada usuario de redes sociales, en conciencia, debe auto regularse y responsabilizarse de los efectos que resulten de lo que publica en ellas, si es que queremos que éstas sean la vía para alcanzar en el futuro una democracia digital, como parte de la era en que las relaciones personales se han vuelto virtuales.

Nota al Margen: Una felicitación a la niña Jazmín Gutiérrez Castro y al niño Marco Antonio Galicia Cocoletzi, quienes ya están en la etapa final para integrar el Tribunal Electoral Infantil en México. El Tribunal Electoral de Tlaxcala reconoce su esfuerzo y dedicación, pues están poniendo en alto el nombre de nuestro estado.

* Magistrado Presidente del Tribunal Electoral de Tlaxcala